lunes, 16 de septiembre de 2013

El ungido

Los mitos son cosa curiosa, no importa cuántas veces demuestres que son falsos, si están fuertemente enraizados en el corazón de las personas, nadie te creerá. Y este es el caso de lo que estoy por narrarles.
                Conozco esta historia desde pequeño, pues mi madre me la contaba antes de dormir. Y su madre a ella y así por generaciones. Ahora yo se las relataré a ustedes, pero no con la esperanza de que me crean. No. Sino para sacármela del pecho, para gritar a los cuatro vientos la verdad de lo ocurrido aquella tarde.