7 de octubre
Diego Pulpo, viejo amigo y rival literario, me contactó para invitarme a participar en una antología colectiva de cuentos de gatos. Pero este gesto amable, no es tal. Lo hace para burlarse de mí. Yo lo sé, él lo sabe, pero nadie más.
A sus amigos importantes les dice que está ayudando a un pobre drogadicto. Así muestra su magnificencia. Pero a mí me dice que me arrojó un hueso, para que roa de las sobras de su fama literaria.
Es que el muy infeliz esconde su ruindad detrás de una sonrisa perfecta.
El libro será financiado por la Fundación Adopta, una organización dedicada al rescate, rehabilitación y reubicación de gatos abandonados. Y el dinero de la venta se usará para financiar el proyecto: Santuario Emilia.