Muchos
acontecimientos, celebraciones, nacimientos y fallecimientos ocurren,
ocurrieron y ocurrirán en un día primero de mayo, tantos que sería imposible
enumerar. Sin embargo, hay un evento que superó los siglos y trasformó al día
151 del calendario georgiano en el día del trabajo.
En
1886, en Chicago crecía el descontento popular por las condiciones laborales
impuestas a trabajadores y obreros. La razón principal eran las extensas
jornadas. Sindicatos y agrupaciones gremiales operaron coordinadamente por una
causa común, una simple petición: una jornada laboral de ocho horas. Y fue el
primero de mayo de 1886 que la huelga orquestada para conseguir ese simple
derecho, terminó en un ataque incendiario contra la policía, del cual 8
anarquistas fueron acusados, procesados y declarados culpables en un juicio
tendencioso e injusto.